El Proyecto Hebreo, aunque se centraba en la persona de Abraham, también contó con la participación de un personaje de suma importancia: Moisés.
El papel que jugó en la liberación del pueblo hebreo fue trascendental. Y todo cuanto hizo, como otros apartes de la historia humana que hemos venido repasando, contó con la ayuda de los «visitantes del cielo», incluyendo, la construcción de la enigmática Arca de la Alianza, que guarda una estrecha relación con los objetivos más profundos del Plan Cósmico. Echemos una mirada a todo esto.
El Monte Horeb, a la distancia, corta el aliento al ver su impresionante macizo rojizo contrastando con un cielo azul limpio de nubes; el paisaje resulta atrapante.
Desde cierto ángulo, el Horeb cobra la apariencia de aquella celebre montaña de la película «Encuentros Cercanos en la Tercera Fase».
Y no estaba muy lejos de ser vinculado con el fenómeno OVNI, si recordamos las alucinantes escenas que nos ofrece la Biblia al describir a Moisés subiendo a la cima de la montaña para «hablar» cara a cara con Jehová, quien se hallaba envuelto en una extraña nube que más tarde protegería al propio Moisés y al pueblo hebreo durante la huída a través del Mar Rojo, mostrándose como una columna de humo por el día, y de noche como una columna de fuego.
Una forma muy didáctica aun más para aquel tiempo para describir las maniobras de una nave madre, que generalmente presenta aquella forma cilíndrica o tubular.
Los Guías extraterrestres ya habían explicado que Moisés, en realidad, tuvo un encuentro cercano con seres de las pléyades. Ellos serían entonces los autores de las reales indicaciones para construir la misteriosa Arca de la Alianza.
Deja una respuesta