“Razas extraterrestres regresaran a la Tierra. Ellas ampararan ciudades subterráneas que de ellos fueron, y aun habitadas por sus naturales aclimatados. Bajaran para restablecer costumbres que fueron superiores a las nuestras, hoy desaparecidas. Las manifestaran en forma telepática…”
(Benjamín Solari Parravicini, Profecías 1959)
Los seres humanos somos entidades multidimensionales, poseemos siete vehículos o cuerpos viviendo simultáneamente en un universo de siete dimensiones donde es posible a la vez, la conexión con nuestra realidad y con otras realidades, las cuales pueden ser universos paralelos perceptibles a través de los planos de la conciencia (estados vibratorios de sintonía físico, mental y espiritual), por cuanto todo es vibración.
La vibración nos permite la comunicación, la cual puede ser física, sensorial, mental (telepática), astral, espiritual o si queremos decirlo de otra manera: interdimensional. Esta comunicación la podemos establecer con otras personas dentro de nuestra realidad, o trascendiendo las fronteras de lo establecido con el alma grupal de los animales, con los elementales de la naturaleza; y por qué no, hasta con aquellos que habiendo desencarnado no han terminado de trascender ni abandonar los apegos del plano físico. En éste sentido siempre habremos de recordar que hay cosas que aunque se puedan no se deben.
Al descubrir que somos seres ilimitados, con mayor razón podríamos pensar en comunicarnos con seres extraterrestres más avanzados que estuviesen visitándonos en ingenios espaciales de alta tecnología, o, con misteriosos y legendarios seres intraterrestres remanentes de civilizaciones desaparecidas, ocultos en las profundidades de la corteza terrestre; o con luminosos e inmateriales seres ultraterrestres a los que se les ha venido llamando desde tiempos antiguos ángeles o arcángeles.
El propósito de la comunicación es el aprendizaje mutuo. Todos tenemos mucho que compartir y mucho por aprender, por lo que es bueno y útil permanecer abiertos, sabiendo escuchar, porque sólo el que sabe escuchar puede aprender y sabrá en su momento trasmitir lo aprendido.
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