En estos últimos cientos de años de historia humana, las operaciones de la Confederación Galáctica han tomado un curso más discreto y cauteloso.
Observaron que si debíamos conseguir lo que ellos no lograron, y así restituir el orden perdido en el Cosmos, no podíamos ser interrumpidos en esta tarea que debemos sellar por mérito propio. De lo contrario, ¿cuál sería el sentido del Plan Cósmico? Ello no quiere decir, que tanto los enviados celestes como la Hermandad Blanca, hayan dejado de inspirar al ser humano en sus recientes años de historia. Desde los Caballeros Templarios protegiendo los caminos sagrados a los Cátaros, custodiando el secreto del Santo Grial; desde los indios Hopi actualmente afincados en una Reserva de Arizona que en cuyas tradiciones se cuida el legado de una civilización perdida anterior a ellos, al Dalai Lama, sólo por citar algunos ejemplos, han sido conscientes de estas realidades. Y, sea como fuere, han contribuido con la humanidad por proteger lo más sagrado de ella.
Así, y volviendo al relato líneas arriba, los Sabios Mentores del Consejo Galáctico creyeron oportuno aplicar un protocolo de no-intervención, y evitar con ello una participación directa en el progreso de nuestra civilización.
Por otra parte, fortalecerían la llamada cuarentena planetaria en nuestro mundo, que venía funcionando con cierta flexibilidad desde la tensión atlante. Esta medida de intensificar la protección de la Tierra fue establecida a raíz de la Segunda Guerra Mundial humana y el empleo de armas de destrucción masiva.
El desarrollo y empleo de armas destructivas podría atraer a otras civilizaciones extraterrestres de similar frecuencia vibratoria entiéndase belicosas y colonizadoras venir a la Tierra, un planeta que resulta atractivo por sus recursos naturales y energías.
Sin duda, uno de los grupos extraterrestres que más ha pretendido romper este cordón de protección de los Vigilantes ha sido el de los Zeta Reticulianos, provenientes de la Osa Mayor.
Estos pequeños hombrecillos grises, en realidad, son una raza clonada, una creación de los oriones en tiempos de la Guerra Antigua como vimos, anterior a la rebelión de Satanael para estar al servicio de esta verdadera batalla estelar.
Cuando la Guerra Antigua terminó y se estableció la paz, aquellos hombrecillos, que fueron utilizados para operar tecnología bélica y grandes astronaves, fueron desplazados a Zeta Reticuli.
Estos seres, autómatas, cayeron en el control de Satanael, quien desde su prisión astral en nuestro mundo aun ejerce influencia en ellos, motivándoles a venir a nuestro planeta para que puedan rescatar a los deportados; ello a través de la creación de cuerpos que permitan a los encarcelados dimensionales encarnar y de allí partir de regreso a Orión.
Este plan de rescate se ve reflejado en los casos de raptos o abducción aunque un buen porcentaje de ellos ha sido producto de una manipulación de hechos reales, y otros, invenciones , que procuraban utilizar material genético humano para la creación de estos cuerpos híbridos.
Los Vigilantes de la Confederación han neutralizado efectivamente la mayoría de estas intervenciones de los hoy llamados «grises», interceptando sus naves en el espacio, y destruyéndolas.
Todo esto explica los casos de naves estrelladas en nuestro planeta, como el célebre caso Roswell en Nuevo México, EE.UU. (1947). Sin embargo, no es el único.Entre otros episodios genuinos de naves interceptadas por los Vigilantes que cayeron a la Tierra podríamos citar:
Laredo, Texas (19 de junio de 1953), se recuperaron cuatro cuerpos; Brighton, Inglaterra (5 de mayo de 1955), se recuperaron cuatro cuerpos; Desierto de Sahara (18 de julio de 1972), se recuperaron tres cuerpos; Chihuahua, México (25 de agosto de 1974), se recuperó la nave casi intacta y un número de cuerpos no determinado. Algunos casos más como en Bolivia (1978), Afganistán (1988), Sudáfrica (1989), entre otros.
No obstante a estos incidentes «OVNI», lo que sabemos, es poco. O casi nada.
Casi nada por cuanto existe un oscuro interés por silenciar todo aquello que nos pueda dar luces sobre nuestro rol y misión en el Universo. Esta suerte de «mano negra» proviene de las propias fuerzas satánicas, que han logrado infiltrarse en altas esferas de dirección planetaria, influyendo a líderes políticos, militares, y hasta corporaciones, todo como parte de una gran conspiración que procura ocultar al ser humano quién es realmente…
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