Gadreel nombre arameo que significa «Dios es quien me ayuda» era un ser extraterrestre que se había unido en secreto a Luzbel, y siéndole fiel a sus intereses, buscó la forma de boicotear el programa induciendo a los primeros seres humanos a usar estas plantas prohibidas. Esta escena protagonizada por el Elohim, va de la mano con los conceptos que esgrime la «angelología», donde se le describe como «la Serpiente del Jardín del Edén».
Tiempo después, cuando el resto de los Ingenieros Genéticos se entera de lo que había hecho, Gadreel es abandonado en nuestro mundo, en una especie de prisión subterránea de la cual no saldría hasta que sus compañeros volviesen por él al ver que comprendió su error. Y así fue. Durante este período, Gadreel, con la intención de enmendar su equivocación, «crea» una raza de criaturas humanoides, los «sunkies», como iniciativa paralela a la humana, que viven en el interior del planeta y cuya importancia actual radica en que son ellos los principales moradores del mundo subterráneo. Los Sunkies formarían parte de una esquiva humanidad intraterrestre cuyo rol explicaremos líneas más adelante.
Una vez que los Ingenieros Genéticos se marcharon con Gadreel, dejaron a su suerte a estos seres o grupos de Adanes y Evas que, prontamente, se hibridarían con otros seres que ya se hallaban dispersos en diferentes regiones de la Tierra. De esta manera comenzaría aquello que denominamos «el origen de las razas».
Esta dinámica de crecimiento espontáneo de la humanidad impredecible motivaría a retomar con mayor fuerza el Proyecto-Tierra, a pesar de todas las vicisitudes. Ello era importante, por cuanto los otros tres planetas UR recordemos que ya cuatro se habían destruido debido a su inestabilidad habían sido definitivamente abandonados al ver que en ellos se produjo una peligrosísima dependencia a los Vigilantes extraterrestres.
Esta primera raza, originaria del planeta, la base de todo, es lo que se conoce como la Humanidad Lemuriana.
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