Así como existe esta influencia de la oscuridad, existe también una fuerza de luz que la antagoniza: La Hermandad Blanca.
Las misiones de ayuda extraterrestre en la Tierra, como la Misión RAHMA, se han concentrado en el despertar progresivo de la conciencia humana, como un aporte de luz, para comprender que no estamos solos en el Universo, que formamos parte de un Plan Cósmico, y que nuestro futuro es construido por nuestros pensamientos y acciones, interactuando continuamente en él como artífices del destino planetario.
El mensaje es claro: el mundo no se va a acabar ni destruir. Se está transformando. Y para contribuir positivamente en esta transformación debemos iniciar la nuestra propia, que involucra despertar el recuerdo de quiénes realmente somos, y qué podemos ser…
Si la oscuridad trabaja con el silencio, la conspiración, la manipulación y la ignorancia, las fuerzas de la luz lo hacen con la verdad. Por ello Jesús dijo: «Yo os daré la verdad, y ésta les hará libres…»
Esta verdad, aquel conocimiento sagrado, es el tesoro espiritual que protege la Hermandad Blanca en sus Retiros Interiores. Por ello el principal objetivo de nuestra experiencia de contacto, es precipitar la recepción de la Verdadera Historia Planetaria, llamada por los Maestros, simbólicamente, «El Libro de los de las Vestiduras Blancas».
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